Desde hace mucho tiempo, el Perú vive una crisis de valores, al igual que otros países, por problemas de institucionalidad. Ésta no existe, es deficiente o no funciona. La abogacía no escapa a esa grave situación; al punto que tristemente un gran grupo de abogados, dramáticamente también estudiantes de derecho, consideran que la ética es una “opción” o un “ideal” en el ejercicio de la abogacía, pero no parte de ella. Es decir, se incurre en el grave error de concebir una abogacía al margen de la deontología forense. El Estudio Sousa & Nakazaki, durante casi 20 años de existencia, viene luchando contra esta práctica equivocada, ¡ejerciendo la abogacía como es!; una profesión practicada por personas honestas que previenen y solucionan dramas humanos, utilizado exclusivamente el derecho. Hemos enfrentado las más complejas defensas sin recurrir al lobby, sobornos o cualquier otra conducta antiética; tal cual lo demuestra el más profundo escrutinio académico y público al que permanentemente se somete nuestra actuación profesional. Aceptamos y hemos iniciado el trabajo para el reto de la abogacía del siglo XXI, que consiste en no abandonar nuestro noble origen. El hombre más honesto del pueblo, a quien todos creerían por su forma de vida, fue el primer llamado a defender con el derecho a un ser humano en desgracia. Así garantizamos el servicio legal que necesitan las personas en los momentos más complejos de su existencia; abogados merecedores de la confianza de nuestros patrocinados, que les da el sentimiento de seguridad fruto del convencimiento de una actuación leal por la senda del derecho; la mejor herramienta que ha creado la humanidad para solucionar los conflictos que enfrentamos en el día a día.
El Estudio Sousa & Nakazaki, desde su creación en el año 1998, tiene la responsabilidad de garantizar el derecho fundamental al debido proceso en los casos más complejos que se desarrollan en el sistema de justicia del Perú. Las causas confiadas por nuestros patrocinados exigen desplegar defensa legal en los diversos frentes que producen los llamados “casos emblemáticos”. Para ello, nuestros abogados realizan con la mayor seriedad y rigor legal la defensa en el juicio mediático y el juicio jurídico, dada la necesidad de crear condiciones que permitan asegurar a los defendidos procesos judiciales con todas las garantías que exige la Constitución y los tratados internacionales sobre derechos humanos. Nuestras defensas contribuyen al desarrollo de la jurisprudencia nacional y de la doctrina en la comunidad jurídica.
La condición de defensores, de acusados o agraviados, en causas penales de extrema dificultad exige que los abogados que integran el Estudio Sousa & Nakazaki desarrollen toda la experiencia y sólida formación jurídica para garantizar una defensa honesta, técnica y eficaz. El Estudio Sousa & Nakazaki tiene el reto de demostrar que es posible lograr procesos justos en el Perú utilizando exclusivamente medios legales. Tal finalidad ha significado que nuestros abogados logren, a partir de una gran experiencia en centenares de litigios de máxima dificultad, la innovación permanente de teorías y prácticas jurídicas. El siglo XXI presenta el desafío del fortalecimiento definitivo de la vida institucional del país; en ella, nuestro Estudio entiende que la justicia es un componente central, por lo que las defensas se realizan con el más alto estándar de ética profesional y conocimientos jurídicos. Tenemos fe en lograrlo, pues el Estudio Sousa & Nakazaki a una primera generación de abogados que desde la década del 90 demuestran en los tribunales el verdadero rol del defensor, viene formando y entregando al país una segunda generación de profesionales que permitirán prolongar el ideal de justicia y la fe en el derecho que motivan a los socios fundadores de la institución.